La energía agrovoltaica nace como un concepto que permite combinar la energía solar y la agricultura.
Gracias al desarrollo de estructuras especialmente diseñadas para campos agrícolas, estas plantas fotovoltaicas se adaptan al terreno donde se instalan, permitiendo la colocación de varios módulos fotovoltaicos, que a su vez generan la protección necesaria para los campos que albergan.
Ventajas
Este tipo de instalaciones solares generan espacios de sombra, que mejoran el rendimiento de los cultivos, evitando que un exceso de sol pueda afectar negativamente a las plantas.
También, se reduce de forma importante el consumo de agua, puesto que los espacios sombreados, permiten al terreno conservar la humedad durante más tiempo, ayudando a mantener un nivel de hidratación adecuado para los cultivos.
En Solasol diponemos de soluciones adaptables según las necesidades del cliente, que pueden ser la altura y la distribución de los cultivos, la dirección del sol, el tipo de terreno, etc.
Altura y distribución de los cultivos
Dirección del sol
Tipo de terreno
Sostenibilidad
La transición energética hacia fuentes renovables representa también una oportunidad para mejorar la calidad del suelo, mitigar los efectos de la crisis climática en la agricultura y favorecer la biodiversidad de la flora y la fauna.
La agrovoltaica abre una ventana de oportunidades para las energías limpias.
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