Uno de los principales elementos de una instalación fotovoltaica es la estructura para los módulos fotovoltaicos y ahora te vamos a describir en qué consiste cada solución. Por ello, después de leer este artículo conocerás todo lo que debes saber sobre cómo se tienen que fijar las placas solares y cuál es la opción que mejor se adapta a tus necesidades.

Hay diferentes tipos de soportes para paneles solares que se pueden utilizar para fijar las placas fotovoltaicas, el mejor tipo dependerá de la tipología, orientación y zona en la que se va a realizar la instalación. Dentro de las opciones que existen, disponemos de estructuras para cubierta, estructuras para suelo y estructuras para aparcamientos. Cada tipo tiene sus propias ventajas y desventajas, por lo que es importante elegir el modelo adecuado. Pero, antes de nada, empecemos por el principio.

¿Qué es un soporte para paneles solares?

Un soporte para paneles solares es un dispositivo que ayuda a sostener el módulo fotovoltaico. Puede tratarse de un marco o bastidor en el que se montan las placas solares, o bien de un soporte que ayuda a mantener las placas solares a una determinada inclinación. Estos tipos de soportes también tienen la finalidad de fijar las placas solares en la posición correcta, así como garantizar su estabilidad a lo largo del tiempo, independientemente de las condiciones climáticas

¿Qué tipos de estructuras para módulos fotovoltaicos existen?

Hay tres tipos de estructuras para paneles solares: las de cubierta, las de suelo y las estructuras para aparcamientos:

  • Los soportes de cubierta suelen ser los más comunes cuando se acomete un proyecto de autoconsumo y por ello son los más populares. Son adecuados para casi todo tipo de tejados y son los más utilizados en el ámbito residencial e industrial.
  • Los soportes de aparcamiento son los más versátiles y ofrecen la mejor estabilidad, pero requieren una base sólida a la que anclarse. Suelen usarse para aprovechar el espacio que queda debajo como plazas de parking o zonas de sombra.
  • Los soportes de suelo con sistemas de fijación al terreno son los más versátiles. Comúnmente suelen usarse para grandes instalaciones y también para instalaciones agrovoltaicas.

Una pieza fundamental para acometer una nueva instalación, como podemos observar, es saber exactamente las posibilidades de montaje para así elegir la mejor opción posible.

¿Qué sistemas de fijación al terreno existen?

Tan importante como las características de las estructuras de las plantas fotovoltaicas, es el realizar un adecuado estudio geotécnico que garantice la estabilidad del sistema. En este caso, nuestro departamento de ingeniería desempeña una función crucial para proporcionar soluciones eficientes para este tipo de procesos.

Uno de los sistemas con los que contamos es el de hincado directo, no requiere configuración especial y es la solución más polivalente siempre que el suelo lo permita.

Otro de nuestros sistemas de fijación a terreno es el de anclaje a zapata de hormigón, siendo una excelente solución para superficies donde no es posible realizar el hincado.

También, si necesitas una solución de carácter medioambiental cuya base se pueda rellenar con diferentes materiales, el sistema de cimentación con gaviones será el idóneo para tu proyecto.

¿De qué materiales suelen ser los soportes?

Los materiales más empleados para soportes suelen ser acero recubierto de zinc, acero galvanizado o aluminio. Tanto el acero recubierto como el galvanizado son altamente resistentes y se usan principalmente para estructuras de suelo, pero hay que tener en cuenta que con el acero galvanizado no se deben realizar modificaciones en el futuro, ya que puede perder su estabilidad y resistencia. Utilizar el aluminio como material para los soportes también tiene muchas ventajas puesto que es un material ligero y moldeable que puede adaptarse a casi cualquier superficie. En este caso, su uso mayoritario es para las estructuras de cubierta.

¿Las estructuras fotovoltaicas son personalizables?

Sí, en Solasol contamos con servicio de personalización donde podrás elegir el color y diseño de tus estructuras para instalaciones fotovoltaicas para que se adapten al espacio y tengan el menor impacto visual posible.

El termolacado, que es un proceso de recubrimiento de pintura en polvo, explicado de manera sencilla y básica, brinda un amplio abanico de ventajas al proporcionar a la estructura una mayor resistencia a la corrosión, las abrasiones y al deterioro por exposición a condiciones climáticas adversas. Además, proporcionan un color vivo de cualquier tonalidad y un atractivo acabado decorativo, perfecto si deseas que tus instalaciones posean una estética más atractiva o por ejemplo, más corporativa, correspondiendo a los colores de tu empresa.